la chica del gorro se sentó sobre la alfombra, con el cuento entre las manos, rodeada de caras pequeñas que miraban con ojos desorbitados las figuras de plastilina....y empezó a contar aquella historia y se sintió bien, le gustó la sensación, y el tacto de la punta de los plastidecores y que el bajo del pantalón no arrastrara por el suelo...
hoy he aprendido: que si echas menos pintura el dibujo queda mejor
me he enamorado: de un color azul
tarareando: la canción de Los Trotamúsicos